miércoles, 21 de diciembre de 2011

Los dados de Dios

-¡Y justo cuando el año terminaba!
-Si, increíble.
-Era predecible, les encanta, destruir, destruirse.
-Quizás hubieran aprendido en  unos cien años más.
-No creo.
¿Y  vas a mandar  a los jinetes?
-No, yo no tuve nada que ver, ellos buscaron su ruina.
 -Es irónico. Justo cuando todos hacen planes para el siguiente año.
-No todos.
-Bueno... ¿Tenés planes para el siguiente mundo?
-A decir verdad, ya no planeo.
-Otra vez a los dados.
­-¡Quizá esta sea la buena!
-¡Apostemos!
-No, Mefisto, con vos ya no apuesto.
-¡Dale Dios no seas así!
-No,  mejor tira  los dados esta vez, quizá tengas más suerte  y a lo mejor nos quitamos la mala reputación  que nos hicieron en la biblia.

2 comentarios:

  1. Parafraseando a Rushdie,uno de mis escritores escenciales, podría atreverme a preguntar ¿Quien ha inspirado este texto? ¿dios o el otro? Pongamoslo de esta forma..¿Quien de los dos se sabe los mejores poemas?

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  2. Es la clase de preguntas que no se llegan a responder bien. Por otra parte Rushdie es de mis grandes pendientes.

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